Hemos trasladado la oficina casa, y aunque esto tenga muchas ventajas, no es lo mismo, sobre todo si no se tiene un espacio de trabajo adecuado. No siempre es posible, pero crear un espacio ergonómico para el teletrabajo es fundamental para sacar el máximo partido a esta opción.
El primer consejo es buscar una zona independiente del resto de la casa, a ser posible alejada de zonas comunes y habitaciones de los niños. Esto en la práctica, porque si tienes que vigilar a los pequeños, tendrás que estar cerca de ellos para atenderlos. Así que, por supuesto, estos consejos siempre variarán en función de las circunstancias.
Una idea puede ser situar una pequeña mesa para que los niños pasen en ella el tiempo cerca de tu zona de trabajo. Así pueden dibujar, hacer manualidades o sus deberes al mismo tiempo que están controlados.
Contar con una buena luz natural también es importante. Por la distribución de las viviendas, no siempre es posible colocar el espacio de trabajo cerca de una ventana. Si es el caso y decides tirar de luz artificial, intenta que sea difusa y que esté colocada en una posición que no cree reflejos en la pantalla.
El cuello, la espalda y los hombros son tres puntos a cuidar para evitar molestias durante el teletrabajo. Acomoda la pantalla para que queden rectos y relajados. Puedes usar libros para elevar el monitor o ratón y teclado externo.
Las manos y las muñecas deben permanecer en posición neutra, relajada, y los brazos no deben quedar doblados al costado del cuerpo. La espalda también es una zona crítica. Procura tener un buen respaldo, emplea almohadones o una simple toalla enrollada para mejorar la postura.
Cada cierto tiempo muévete, levántate del sitio y camina un poco. Un buen consejo es ponerse un aviso para que, cada hora, hagas este proceso. Tu cuerpo lo agradecerá.