Hay que moverse, aunque no se pueda salir de casa. Si en circunstancias normales el ejercicio físico tiene muchas ventajas, ahora más. Hay que evitar oxidarse manteniendo una actividad física regular y saludable dentro de nuestras posibilidades.
Actividades tan cotidianas como hacer las tareas de la casa, limpiar, ordenar los armarios, etc., ya sirven para estar activo, pero si quieres algo más exigente, prueba a bailar o a seguir una clase de zumba o yoga por Internet. En Youtube existen muchos vídeos hechos por profesionales que pueden valer.
Si no quieres complicarte demasiado, algo simple como bajar y subir escaleras es muy efectivo, pero recuerda no llegar al agotamiento hagas lo que hagas. Controla bien la duración y la intensidad del ejercicio físico, y ten en cuenta que no es el mejor momento para lesionarse. Muévete pero con cabeza.
Para motivarte, plantea una rutina y márcate pequeños objetivos. Cuando hagas ejercicio, pon música si te apetece y vístete para la ocasión con la ropa adecuada. Esto te hará ponerte en acción, preparando el cuerpo y la mente.
Con un rato de actividad, lograrás evadirte de la realidad, liberarás endorfinas y te mantendrás en un buen estado de salud física y mental.
Además, si estás teletrabajando, te vendrá muy bien. Durante la jornada, recuerda no estar sentado más de 2 horas seguidas. Levántate de la silla, camina un poco y estira. Son pequeñas cosas, pero que suman mucho.

¡Saldremos fortalecidos de esta!