Ahora ya podemos salir a hacer deporte al aire libre, aunque de forma individual y manteniendo las medidas de higiene y de distanciamiento social. Con esta medida de alivio, lo más probable es muchos se animen a volver a correr después de estas semanas de inactividad.
Si es es tu caso, tomátelo con calma. Lo más importante es volver en condiciones de seguridad, escuchar a nuestro cuerpo e ir en progresión. No es momento para asumir riesgos innecesarios y acabar con posibles dolores o lesiones: cuida bien la ropa que llevas, tiene que ser la adecuada para el ejercicio y usa unos buenos tenis o playeras.
Los primeros días, es mejor empezar a caminar a un ritmo sostenido durante un tiempo determinado. A pesar de que nos puedan las ganas de correr, hacerlo desde el primer día quizá sea un cambio demasiado brusco para nuestro organismo. Caminar a paso ligero será mucho más seguro para nuestras articulaciones, músculos y sistema respiratorio.
Una buena forma de coger ritmo es alternar caminar y correr, el llamado Ca-Co. Puedes, por ejemplo, caminar 300 metros y correr 200. También lo puedes hacer por tiempo si no tienes muy claras las distancias. Esta es una forma más segura de volver al running.
Hay otras precauciones que son importantes de cara a evitar el contagio y la propagación del Covid-19. Mantén una distancia superior a los dos metros e intenta no ponerte a rebufo de ningún otro runner. Evita los adelantamientos y recuerda hidratarte bien antes, durante y después del ejercicio.