En el año 2019, 1,4 millones de españoles trabajaba desde casa ocasionalmente, el 8,3% de la población activa, según un estudio del Banco de España. Si lo comparamos con otros países de nuestro alrededor como Países Bajos, Suecia, Finlandia o Dinamarca es una cifra muy baja.
En estos lugares, el porcentaje de trabajadores que se acoge a esta práctica aumenta hasta el 30% y es una tendencia en aumento. ¿Habrá más teletrabajo en España después de la pandemia? La respuesta es desconocida, pero el Banco de España plantea que podrían trabajar de forma remota el 30,6% de los españoles, unos 6 millones de personas.
Hay sectores y departamentos de las organizaciones que tienen más fácil esta opción, como pueden ser los de finanzas, comunicación, seguros, etc.
Sin embargo, antes de que el trabajo pase a ser una realidad de nuestro día a día, hay otros retos que superar, como la fuerte cultura presencial que existe en España y la falta de desarrollo tecnológico en algunos negocios.
No obstante, la situación en la que nos encontramos nos ha servido de experimento, pero no se han dado las condiciones ideales para el teletrabajo. Aún así, nos hemos dado cuenta de que es posible mantener nuestra actividad desde casa.
Los expertos en esta cuestión opinan que el futuro laboral pasará por un sistema mixto en el que unos días acudiremos a nuestro lugar de trabajo y otros permaneceremos teletrabajando en casa.
Estas son algunas de las ventajas del teletrabajo:
- Mayor productividad.
- Mejor conciliación entre vida laboral y familiar.
- Reducción de tiempo en los desplazamientos.
- Menores costes: alquiler de espacios, equipamientos, etc.
- Aumento de la motivación.
- Mayor captación de talento (no importará si vive en otro lugar).
- Reducción de la contaminación.
Por otro lado, también hay algunas desventajas, pero con un correcto plan de teletrabajo que contemple formación, medios tecnológicos y una mayor confianza, sencillamente, pueden no darse.