La economía avanza gracias al esfuerzo personal de los emprendedores y de las empresas, aunque recibe un empujón del sector público, que es indispensable en cualquier sistema económico. En estos días, no paramos de ver en los medios de comunicación que el futuro no es precisamente alentador. Pero en lugar de dejarnos arrastrar por el pesimismo, también se nos abre un ventana para repensar nuestro modelo actual y plantear nuevos objetivos.

Es el momento de reinventarse y establecer estrategias que superen el miedo del consumidor. Este último estará muy influenciado por el Covid-19 y sus consecuencias más visibles. Ese temor al contagio y a una economía en dificultades se mantendrá durante un tiempo, por lo menos hasta que haya una vacuna o tratamientos efectivos. Por lo tanto, aunque sea una etapa transitoria, el sector empresarial vivirá una adaptación con nuevas ideas y estrategias.

Una de las cosas que hemos sacado en claro de esta pandemia es la excesiva dependencia del exterior. En los próximos tiempos, será importante volver a apostar por empresas nacionales que tengan la capacidad de cubrir la demanda. La digitalización y el comercio electrónico serán las mejores herramientas para responder a este cambio en los hábitos de consumo.

El turismo, el principal motor económico de Canarias, tendrá que afrontar un cambio de modelo que genere más valor añadido. Nuestra cercanía geográfica es un plus, pero tendremos que tener unas puertas de entrada seguras, que puedan ser controladas desde el punto de vista sanitario.

La reactivación turística será posible, pero con varios condicionantes:

  • Restricciones en los aforos, horarios y usos, que limitan a los negocios e incomodan a los usuarios.
  • Nuevas normas de seguridad, sanidad y relación social.
  • Miedo al contagio y preocupación por la salubridad.
  • Consumo con un criterio de compra más selectivo, que hará al consumidor más sensible al precio y a la seguridad.
  • Nuevas formas de percibir a las marcas por su actuación durante la crisis. En este sentido, la falsa solidaridad de algunas empresas causará rechazo en los consumidores.
  • Crecimiento de la conciencia ecológica.
  • Visión a corto plazo por la incertidumbre actual.

En resumen, este cambio en el consumidor también modificará su forma de ver el mundo. Y las empresas que quieran seguir teniendo éxito repensarán su propuesta de valor, estrategias, posibilidades, capacidades y objetivos.