En la oficina de nuestra sede central en Gran Canaria ya no hay muros ni puertas, sino espacios abiertos en los que trabajar en común para seguir transformando el futuro de la alimentación en Canarias.
Esta tendencia empezó en Alemania allá por los años 50, y poco a poco se ha ido extendiendo por todo el mundo.
Los espacios diáfanos mejoran la comunicación entre departamentos. Sin barreras físicas de por medio, la comunicación fluye, las ideas circulan mejor y más rápido. Los conocimientos se comparten y se fomenta la transparencia.
La creatividad y el talento son nuestra seña de identidad. Si aumenta la comunicación, las buenas ideas crecen sumando diferentes perspectivas. Ahora, será más fácil que haya nuevos planteamientos, opciones y momentos brillantes.
Por otra parte, es evidente que el trabajo colaborativo funciona. Es una poderosa ventaja competitiva. Gracias a estos cambios, conectamos más a las personas para que sigan colaborando y desarrollando proyectos innovadores que nos mantengan en la vanguardia.
Además, sin muros ni puertas, es más sencillo tener flexibilidad con el espacio de trabajo. Ya no es un lugar estanco e inamovible, sino un entorno que se adapta a nuestras necesidades en función de cada momento.
En Aperitivos Snack siempre estamos en búsqueda de la mejora continua para seguir fabricando y distribuyendo emociones. Y estos cambios son un reflejo más de esto.